EL PRECIO DE SALIR DE LA ZONA DE CONFORT
Ah, el “Síndrome del impostor”, esa sombra que nos sigue silenciosamente mientras tratamos de volar más alto. ¿Qué paradoja, verdad? No lo siente aquel que navega cómodamente por aguas conocidas, sino el valiente que se atreve a cruzar mares inciertos. Es como si el síndrome fuera un indicador oculto de…