LA GRAN DIFERENCIA, ALCANZAR METAS

febrero 06,2025

LA GRAN DIFERENCIA, ALCANZAR METAS

Ah, esa eterna narrativa de la disciplina y el esfuerzo como fórmulas mágicas para el éxito. Es curioso, porque aunque esas cualidades son fundamentales, tu reflexión nos recuerda que hay algo más visceral en juego: el deseo auténtico, esa llama interna que nos impulsa a actuar. Sin esa chispa, incluso la mejor receta de motivación puede quedarse en un simple eslogan pegado en la pared.

“La búsqueda de la felicidad” de Tal Ben-Shahar da en el clavo con esa idea de las “ganas feroces”. Es como si nos dijera que el éxito no depende de acumular herramientas y recursos, sino de ponerlos en marcha con intenciones claras y reales. Porque, ¿de qué sirve un mapa si no tenemos la voluntad de seguir el camino? O como bien dices, las buenas intenciones no son suficiente; hay que arremangarse y dar el primer paso.

Y es que, en un mundo donde las redes sociales a menudo nos venden versiones idealizadas de logros y vidas perfectas, lo más valioso que podemos hacer es conectar con nuestra propia realidad y nuestras ganas de verdad. Creer en uno mismo no siempre es fácil, pero es el terreno fértil donde las ideas se convierten en acciones y, eventualmente, en logros.

Seas quien seas, tu enfoque resuena profundamente. La pregunta que queda flotando es: ¿cuántas veces hemos confundido el soñar con actuar? Tal vez, como dice el poema de Antonio Machado, “caminante, no hay camino, se hace camino al andar”. ¿Qué opinas tú?